sábado, 10 de mayo de 2008

LA ORACIÓN A DIOS CAMBIA LAS CIRCUNSTANCIAS

I. Aprendiendo a orar

1. ¿Cuándo aprendí a orar?

• Cuando la adversidad tocó a mí puerta. Cuando llevo tres meses con todas las deudas atrasadas y no consigo trabajo. Cuando todas las puertas se cierran frente a mis narices. Usted piensa que nadie presta atención a su enorme necesidad. Esta literalmente sólo, o al menos eso piensa.

2. La pregunta es ¿Cuál es la salida?

• Buscó muchas. Desde la recomendación del político, hasta la afanosa cacería en los clasificados del periódico local en encontrar una oportunidad de empleo. Pero Nada resultaba.


II. Dos principios de la oración:

1. Constancia en la oración.

• El Señor Jesús hizo particular énfasis en la importancia de orar con perseverancia.

• (Lucas 18:1) “También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar”.

2. Una actitud de agradecimiento.

• Muchas de las cosas que acontecen alrededor no alcanzamos a comprenderlas; no obstante, si estamos asidos de la mano de Dios, nada traerá dolor ni perjuicio.

• (Salmo 112:7) “No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová”.

• (Romanos 8:28) “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.


III. Dios cambia las circunstancias.

• Cuando elevamos oración a Dios, bien sea por nosotros o por las necesidades de quienes nos rodean, Él responde poderosamente cambiando las circunstancias. Nada hay imposible que ponga tropiezo a lo que puede hacer el Todopoderoso.


IV. ¿Y usted?

• Es probable que esté atravesando por una situación sumamente difícil. No sabe qué hacer. Se pregunta, ¿Cuál es la salida? Le invito para que deposite toda su confianza en Dios. Él obrará poderosamente a su favor. Ore. No dude en lo más mínimo. Persevere. “La respuesta Vendrá”

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